A veces los sueños son dóciles
Y se dejan llevar como mansos caballos
Hacia el lugar que nuestra vigilia desea.
Pero otras, atormentados y feroces,
Se desbocan peligrosamente…
Tanto que con desesperación
Nos sacudimos para volver a la realidad
Y reconocer que hay temores
Que nos inmovilizan,
que nos quitan la noche,
Pero…te volví a ver,
así, como antes,
Y fue un sueño del que me resistí a despertar.
El cielo se me volvió tan celeste
Como tu mirada antigua y olvidada.
Y el corazón se lanzo a latir
con aquella alegría tan joven
que casi había olvidado.
Lo soñé, eras vos la que me sonreia desde lejos
La que venia a mi encuentro decidida
La misma que al acercarse se diluyo
Y me dejo con esta sensación de vacío
Que llevo encima, desde que me desperté, esta mañana.
Desearía encontrarte en cualquier esquina
Soltar el corazón, abrir los brazos
Volver a los dieciseis por un instante,
Pero con lo vivido por delante.
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