lunes, 30 de marzo de 2009
Ya te habías retirado y mi teléfono aún no sonaba.
Comencé a pensar en silencio, miraba las plantas de mis pies.
Supiste que la peor manera era ignorarme, por eso no contestabas mis llamados.
Supiste que irte mientras dormía era la mejor forma de escapar.
Te llamé para vernos una vez más. Realmente no entendía. Realmente no quise entender.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario