jueves, 20 de agosto de 2009
imaginemos
Vuelca conmigo tu imaginación y viajemos juntos por el mundo en que creemos, dame tu mano amor sin miedo y déjame llevarte donde termina el arco iris y nacen los sueños, sin saltar al precipicio de los ruegos ni mirar atrás para no vernos. Junta tu mirada con la mía y juntos miremos, hacia un horizonte nuevo donde espera el tan ansiado verbo, allí donde nacen los deseos y afloran momentos, allí donde espera una sonrisa detrás de los vientos, allí donde hace tanto tiempo te espero. Ven! no tengas mi vida miedo, porque solo hay felicidad y dicha entre tu cuerpo y mi cuerpo, pasión y calma entre nuestros labios y sus besos, ven y disfrutemos juntos de todo lo que en nuestro camino pusieron, no dejes que se pierda en el tiempo y que se quede prendido en la solapa como un simple ornamento. Te tengo muy presente en mis sueños y solo busco el día en que juntos soñemos, en que tu sonrisa ilumine el cielo y el calor de tu mano, de mi alma sea el sustento, pues de fantasía no se vive eternamente y se mueren los versos si no los alimenta el roce de tu cuerpo. Cada letra de tu nombre lleva impregnada tu esencia y saboreo la tinta que desprenden las palabras en el papel que invento. No puedo sin tu presencia en mí, finalizar el cuento ni pintar un final sin estar tú en el lienzo, pues dime amor a donde debería mirar mi corazón si al abrir los ojos no te viera, ni mis manos alcanzarte pudieran. Huiremos juntos como adolescentes inquietos, por un sendero repleto de todo lo que la vida nos dejo en el pensamiento, recogeremos poco a poco los frutos del frio invierno para hacerlos verano y así darnos el calor que despertó el anhelo. Viajaremos…, pegados al arcén sin ecos ni tormentos, con la mochila a cuestas llena de proyectos, de los que tanto hablamos entre deseos y que llegaran si nuestros pasos se juntan en el tiempo. Pero todo esto sin ti sería incierto, solo una quimera de las tantas que arrastra el viento, una fábula más entre los libros viejos, un cuento sin acabar o una canción sin final a la que le falta el tempo, no tendría sentido al igual que un verso, donde al final del mismo existiera un hueco sin tu nombre en el impreso.
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